El Centro Histórico se convirtió en un enorme centro de espectáculos
Fecha Tema Yucatan
Mérida y su
Centro Histórico se convirtieron en un enorme centro de espectáculos que
tuvo cabida para la música, el teatro, la danza, las artes plásticas,
el arte popular y las tradiciones en los distintos escenarios que
formaron parte de la Noche Blanca.
Con espectáculos de
calidad y para todos los gustos, la Noche Blanca que por tercera vez
ofrece el Ayuntamiento de Mérida atrajo a miles de meridanos que
acudieron a disfrutar de la tranquila ciudad, a convivir y divertirse en
familia o con los amigos.
En el Remate del Paseo de Montejo, la
multifacética actriz y cantante Regina Orozco presentó su espectáculo “a
la carta” Regina en Diván.
El público quedó encantado con el
show, previo al cual la artista reparte entre los asistentes una lista
con nombres de canciones, estados de ánimo y ritmos. Ya en el escenario,
Regina complace las peticiones que pueden ir desde canciones como
“Bésame mucho” a ritmo de salsa y con estado de ánimo neurótico hasta la
muñeca fea en ópera y estado eufórico.
La cantante se presentó
poco después de las 11:30 p.m. y durante dos horas hizo gala de voz e
histrionismo. La gente no paró de reir, pero también de apreciar la voz y
el desparpajo de la soprano en el escenario, que al final se llevó una
enorme ovación de los asistentes.
Regina Orozco, conocida también como la Megabizcocho, conquistó a cuantos presenciaron el espectáculo.
Para
los nostálgicos también hubo cabida en la Noche Blanca. El parque de
San Juan fue el escenario que congregó a cientos de admiradores del
grupo chileno Los Ángeles Negros, que tuvo grandes éxitos musicales en
la década de los 70.
Y volveré, Déjenme si estoy llorando y Murió
la flor, entre otros temas emblemáticos del grupo, pusieron el toque de
romanticismo y nostalgia entre los asistentes, en su mayoría personas
de edad madura, aunque no faltaron los jóvenes e incluso los niños.
Varias parejas no se resistieron al encanto de las canciones y el
ambiente y bailaron abrazadas. En todo momento los músicos contaron con
el enorme coro meridano que los acompañó.
El barrio de Santiago,
otro de los rincones tradicionales de Mérida, se vistió de música en la
Noche Blanca, con el ritmo de Habana Son, que complació con boleros,
salsa y hasta cumbias al público.
Aquí tampoco faltaron los
espontáneos bailarines que no pudieron resistirse al encanto de la
música del popular grupo cubano. Asistentes al espectáculo comentaron
que es bueno que la Noche Blanca tenga en cuenta todos los gustos y no
traigan “cosas sólo para jóvenes”.
La Noche Blanca, iniciativa de
esta administración que encabeza Renán Barrera Concha tuvo también
varios espacios dedicados a lo netamente yucateco. Uno de éstos fue el
Museo del Ferrocarril, donde integrantes del gremio ferrocarrilero de
Maxcanú hicieron su entrada entre voladores y ataviados con el traje
regional, presentaron estampas típicas y acompañaron el recorrido por el
lugar, que alberga vagones de distintas épocas del esplendor
ferrocarrilero en Yucatán.
Calles y parques del Centro Histórico
vivieron una auténtica fiesta cultural. El ir y venir de vehículos que
transportaban de manera gratuita a las personas, así como la romería de
visitantes que iban de un lado a otro dieron una vida especial al
Centro Histórico.
Se observó a muchos turistas tomando
fotografías de actividades y edificios, a jóvenes en parques, galerías y
restaurantes, a personas adultas y de la tercera edad que disfrutaron
como pocas veces pueden hacerlo el amplio menú de actividades que el
Ayuntamiento ofreció para esta noche.
La explanada de la Catedral
se convirtió también en pista de baile con la exhibición de salsa,
merengue y cumbia a cargo del grupo oaxaqueño “Salsa Na´ma”. En los
bajos del palacio Municipal hubo una exhibición de danzón con la
compañía Amistad Latina; y también actuó Tropikal Forever , que pone el
ritmo tropical a canciones clásicas de rock.
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