El secretario general de la Unión de Conductores y Pequeños Propietarios de Carruajes de Yucatán, Eduardo Echeverría Ayala, recordó que las primeras calesas recorrieron esta ciudad en 1867 y desde entonces se formó un gremio.

Sin embargo, fue en 1946 cuando el sindicato tomó el nombre que lleva en la actualidad y está formado por 57 socios y muchos de ellos representan hasta una cuarta o quinta generación de cocheros.

“Yo soy la cuarta generación, desde mi bisabuelo, y muchos de los socios han heredado las calesas y las siguen trabajando”, indicó Echeverría Ayala.

Expuso que aunque no todos se dedican únicamente a operar las calesas, por lo menos el 50 por ciento sí vive exclusivamente de ese oficio, por lo que decidieron iniciar un proceso de capacitación y profesionalización, no sólo en el servicio a los clientes, sino también en el trato que les dan a sus caballos.

“Los recientes años la sociedad se ha vuelto más exigente con el trato que se le da a los animales y creo que es correcto que así sea, todo ser vivo merece un trato digno y más aquel que proporciona sustento a una familia, como el caso de nuestros caballos”, consideró.

Refirió que desde hace más de tres años trabajan en forma conjunta con la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán, cuyos especialistas los apoyan en dar un mejor cuidado y alimentación a sus animales.

“De hecho hace unos días formalizamos la firma de un convenio entre el gremio y esa casa de estudios que permitirá de forma permanente proporcionar una mejor calidad de vida a los caballos de calesas”, mencionó.

Mediante el acuerdo se pretende crear una nueva cultura entre los socios que forman La Unión de Conductores y Pequeños Propietarios de Carruajes de Yucatán, afiliada a la Confederación de Trabajadores de México.

“Con la ayuda de los profesionales de la facultad se implementarán acciones preventivas en el cuidado del estado de salud de los equinos en medicina preventiva”, adelantó.

Además, continuó, se impartirán a los trabajadores conferencias sobre nutrición, uso racional del trabajo, así como de leyes locales, nacionales e internacionales sobre el tema.

“Se elaborará un programa de trabajo para que de manera preventiva se otorgue a cada caballo vacunas y desparasitantes y se les de atención de profiláxis de la caries dental y todo tipo de atención que requieran”, añadió.

Con esa atención se mantendrá en la ciudad el tradicional servicio turístico que ofrecen los caleseros y que todavía tiene una buena demanda, sobre todo en épocas vacacionales.

En ese sentido, el líder sindical apuntó que en estas épocas el 90 por ciento de los usuarios de las calesas corresponde a visitantes nacionales y cuando no es temporada alta, el servicio es mayormente demandado por turismo extranjero, en especial por europeos.