El pasado 7 de marzo, 100 kilogramos de cochinita pibil, preparada por el chef mexicano Pedro Evia, “volaron” en poco más de dos horas.

La muestra se realizó en el marco de la Feria Internacional de Turismo de Berlín y el propio chef yucateco explicó que la cochinita pibil que pudo degustarse en Markthalle 9 fue hecha con cerdos alemanes, pero con recado que se trajo de “Condimentos Enrique”.

Notimex fue hasta el lugar, ubicado en el tradicional mercado de Santiago, para conocer el origen e historia de este recado que ya es toda una leyenda entre quienes se dedican a elaborar el tradicional platillo yucateco.

En el sitio, ubicado en el local 14 del mercado municipal número dos “Santos Degollado”, despacha, como desde hace ya muchos años, Enrique Omar Méndez Kantún y su hermana Lourdes, quienes revelaron que “Condimentos Enrique” nació en la década de los 40 del siglo pasado.

“Mi abuelo era ebanista y mi abuela doña Rafaela, se dedicada a las labores del hogar y cuando podía ayudaba a su esposo con ese trabajo que es un verdadero arte”, explicó en entrevista,

Sin embargo, continuó, como si la mayoría de los clientes de don Arsenio se hubieran puesto de acuerdo, dejaron sus muebles en el negocio y no fueron a buscarlos, por lo que esto afectó económicamente al matrimonio y a toda la familia.

Ante ello, Rafaela empezó primero a comprar recados para venderlos entre sus conocidos, los cuales compraba a oferentes que llegaban a Mérida por vía ferroviaria y al ver que empezó a crecer su cartera de clientes decidió hacer sus propios recados.

Esos recados empezaron a ser muy recomendados por el sabor que daban a la comida y en especial a la cochinita pibil.

Luego, el padre de Enrique Omar, también de nombre Arsenio Enrique, ayudó tanto a su madre como a su padre en el negocio del ebanismo y en los condimentos y fue en 1945 cuando se estableció formalmente un puesto ambulante en donde hoy está el mercado municipal.

Desde entonces, el negocio ha logrado mantenerse gracias a la calidad de sus productos que sigue siendo la misma desde sus inicios y por la cual, los nuevos propietarios nunca están dispuestos a bajarle un solo peso, así les compres uno a mil kilogramos de condimento.

“Mi recado para cochinita pibil tiene un precio de 65 pesos el kilogramo, que muchos me dicen está demasiado caro, pues otros venden sus recados hasta en 30 pesos en kilogramo, menos de la mitad de lo que cuesta el nuestro”, precisó.

“Pero yo les digo que este recado no es cualquier recado, tiene los ingredientes que debe llevar, así como la cantidad exacta de especias y el tiempo de maduración necesarios para dar ese sabor que ahora sabemos que conquistó paladares más allá de nuestras fronteras”, enfatizó.

Enrique insistió en que no hay receta secreta, “el secreto es usar los ingredientes que debes de usar, nada de ponerle harina y otras cosas al condimento, y ponerle pasión y corazón a todo lo que haces. Ese es nuestro secreto mejor guardado”.

Tanto Enrique como su hermana están convencidos de que su vida girará en torno a su negocio en tanto su cuerpo aguante, pues se saben recipiendarios de un producto que se ha ganado a pulso un prestigio y un lugar en la historia de la gastronomía yucateca.