México, 19 Oct. (Notimex).- Preocupada por la conservación del patrimonio cultural de Yucatán, Giovana Jaspersen, restauradora del Centro INAH de esa entidad, desarrolla, en colaboración con integrantes de la comunidad, trabajos de rehabilitación en cuatro altares de la Iglesia Sacalum.
El templo del siglo XVII es parte de un ex convento que fue abandonado y aunque no se tiene un registro exacto de su edificación, se cree que fue en 1621, a la llegada de los franciscanos a Sacalum, municipio ubicado en la región sur poniente del estado de Yucatán.
En entrevista con Notimex, Jaspersen refirió que el plan de intervención surgió mientras trabajaba en un proyecto de restauración de escultura policromada, realizada el año pasado en cinco distintos municipios de la entidad maya.
Señaló que ella y su equipo removieron los altares y se dieron cuenta que estaban realizados con masa policromada, y "fue así como identificamos que los altares son piezas muy valiosas", anotó.
La restauradora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dijo que tras ese descubrimiento fortuito, comenzaron a buscar posibilidades para, por lo menos, estabilizarlos, ya que tenían muchos problemas y el deterioro era grave tanto que su polifonía tenía una pérdida del 50 por ciento.
"Vimos que era difícil obtener recursos de la comunidad y el INAH tampoco nos podía dar todo lo que necesitábamos, entonces planteamos un proyecto que recibiera recursos de distintas fuentes", abundó.
Jaspersen explicó que tras formular el proyecto, el INAH aportó una parte de los recursos, por medio de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, sobre todo, para la mano de obra especializada y los materiales.
Señaló, además, que el proyecto de restauración de los altares cuenta con el apoyo del Programa de Empleo Temporal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), con el cual se pudo contratar a 40 personas de la comunidad que ahora desempeñan labores menores de conservación y restauración.
"De esta forma, se beneficia a la comunidad generando fuentes de empleo y también logramos que ellos mismos fueran los responsables de la conservación de su patrimonio", expresó.
La restauradora detalló que al comenzar la intervención a la Iglesia de Sacalum, lo primero que hicieron fue estabilizar los altares, consolidando el interior de los mismos, porque había muchos de ellos que en algunas partes estaban huecos.
Asimismo, había muchos desprendimientos de esculturas, las cuales tuvieron que estabilizar para que no se perdieran con otros procesos, además de que dos de los altares estaban cubiertos por una capa de encalado, que tuvo que ser eliminada para liberar los altares.